viernes, 19 de marzo de 2010

El Misterio de la Encarnación del Verbo en la Evangelización

El misionero no anuncia una teoría ni una ideología. Anuncia la Vida de Dios revelada en Jesús de Nazaret. Por eso, al hablar de Dios ha de estar presente la comunicación de la experiencia que del mismo tenga el misionero. Dicha experiencia se apoya en su concepción de Dios y se manifiesta en su manera de relacionarse con Él. Eso lo lleva a transmitir con palabras y hechos una imagen concreta de Dios a todos sus interlocutores. Esta imagen que transmite el misionero es básica para que el evangelizado comience un itinerario de conocimiento de Dios y de crecimiento en el seguimiento de Cristo. Esto conduce a reflexionar sobre el Dios de nuestra experiencia relacional, que es a su vez el Dios de nuestra predicación:

Debido a la influencia de las implicaciones humanas y sociales, para muchos, Dios es un SUPER SER REMOTO: universal, poderoso, soberano, distante, causa primera de todas las cosas, un ser dentro del cosmos que no se relaciona con el mundo, más aún, un ser con el que se necesita un intermediario para poder alcanzar algo de Él; el culto que se le rinde se orienta entonces hacia la ‘fuga mundi’.